Esta propuesta busca impulsar espacios atractivos para la lectura, combinando el placer de tomar un café, y el servicio de préstamo gratuito de libros, al mejor estilo de una biblioteca. La idea sería ubicar estos espacios en lugares estratégicos a lo largo de la ciudad, principalmente cerca a los ingresos de lo que serán las estaciones del Metro de Quito, de tal manera que sea fácil trasladarse al local más cercano a tu parada frecuente. Al ubicar en varios puntos de la ciudad y trabajar con esta modalidad, se facilita el acceso a la lectura a distintos segmentos.Para acceder al préstamo de libros existiría un carné de miembros con un pago anual, que le permitiría al usuario sacar un libro por un período determinado de tiempo y con la posibilidad de renovar ese préstamo por una sola vez.La propuesta pretende involucrar sobre todo a jóvenes para que sean ellos los usuarios principales y a su vez quienes atiendan y administren los locales.